viernes, 30 de mayo de 2008

DECISIONES.

Prácticamente desde que nacemos tenemos que tomar decisiones, a lo largo de nuestra vida llega el momento de tomar las grandes decisiones, cuando eres un crío, un niño, tus mayores preocupaciones son las notas del colegio, hacer los deberes, etc. Tus padres están ahí, para decidir por ti, pero llega ese día, el día que por fin tus padres te pueden aconsejar, pero no decidir, y cuando llega ese día, te das cuenta de que te has convertido en un adulto.
Yo la primera vez que me di cuenta de que tenía que tomar una decisión que te puede cambiar la vida para siempre, fue cuando me decidí a irme voluntario a Bosnia, ni siquiera pedí consejo a mis padres, directamente rellene la solicitud y me fui.
Tal vez fui egoísta, ya que no pensé en lo mal que lo pasarían mi familia, mi novia, mis amigos, pero la decisión estaba tomada y no hubo marcha atrás.
Pasados los años te das cuentas de que no era un juego, que eso no era como cuando jugabas con tu primo a batallitas, te creías el bueno de la película y usabas un palo como un fusil, piedras como granadas, cartones como escudos….., no eso no fue un juego, eso te marca para toda la vida, ver niños jugando sobre las ruinas, gente mutilada por las minas que existían por la zona, el ofrecimiento de mujeres por parte de sus familiares, por un poco de leche, comida, la muerte de compañeros, que sin conocerlos se te clavan en la memoria para toda tu vida, las imágenes de contenedores rotos por la metralla y las manchas de sangre en las paredes, sangre que no era tuya, pero podría serlo en cualquier momento, no eso no era un juego.
El fusil que yo llevaba no era un palo de escoba, era una maquina que podía matar, con solo apretar un simple gatillo. Esta fue mi primera gran decisión y creo que tome la acertada, ya que pienso que hice lo que quise y en el momento que mentalmente estaba preparado con tan solo 22 años.
La siguiente decisión importante que tome en mi vida fue la de dejar el ejercito, después de muchos años, decidí que esa etapa había terminado, muchas razones me llevaron a tomar esa decisión, pero claro una persona con 24 años se piensa que se puede comer el mundo, y al final te das cuenta, que el mundo se te come a ti. En esta decisión no estoy del todo seguro que fuera la mejor, pero una apechuga con lo que se decide.
Luego llega la decisión de Casarte, tener hijos, etc. Etc., te pasas la vida decidiendo, y la vida no es como cuando tienes un libro en la manos con dos finales, aquí cuando tomas una decisión nunca sabes que es lo que hubiera ocurrido si hubieras tomado otra diferente. La vida es cruel y no te da opción, o esta o aquella, pero nunca sabrás el final de la que no cogiste, ojala se pudiera hacer, ojala pudieras volver atrás y poder cambiar los acontecimientos que nunca hubieras querido que pasaran.

Un Saludo. Jesús Vivó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes toda la razon.